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Pérdida auditiva en las personas mayores

La pérdida auditiva o sordera es uno de los efectos negativos vinculados al envejecimiento.

En ocasiones, ésta pérdida de salud auditiva entre las personas de edad avanzada puede provocar otras dificultades asociadas como son la falta de autonomía, las carencias en las relaciones sociales o el disfrutar plenamente de su entorno familiar.

Tipos de pérdida auditiva según el déficit funcional

La sordera es la pérdida de la audición que altera la capacidad para la recepción, discriminación, asociación y comprensión de los sonidos tanto del medio ambiente como del lenguaje oral. Una de las principales consecuencias de la pérdida de audición es la limitación de la capacidad de la persona para comunicarse con los demás.

La hipoacusia es la pérdida parcial de la capacidad auditiva. Las personas con hipoacusia habitualmente utilizan el canal auditivo y el lenguaje oral para comunicarse. Para mejorar su adición, suelen usar audífonos con los que llegan a recuperan desde un 20 hasta 30 % de la audición.

Consecuencias sociales y emocionales

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) las personas mayores que padecen pérdida de audición presentan problemas de comunicación que pueden tener efectos importantes en su vida cotidiana y generar sensación de soledad, aislamiento y angustia, sobre todo por:

  • el dolor por la muerte de un ser querido,
  • el descenso del nivel socioeconómico a consecuencia dela jubilación,
  • problemas físicos y mentales como la depresión, o el deterioro cognitivo,
  • y la pérdida de independencia

¿Cuándo debemos acudir al especialista del oído?

La pérdida auditiva debe evaluarse lo antes posible. Los primeros síntomas de alerta que debemos considerar para acudir al especialista son:

  • Dificultad para escuchar y participar en conversaciones habituales.
  • Siseo, ronquido o zumbido en los oídos (tinnitus).
  • Dificultad para oír la televisión o la radio a un volumen normal.
  • Fatiga e irritación causada por el esfuerzo para oír.
  • Mareo o problemas de equilibrio.

Recomendamos que, para minimizar el impacto de éstos efectos, acudan al especialista en otorrinolaringología para realizar revisiones periódicas.

Fuente: National Institute on Deafness and Other Communication Disorders (NIDCD)