La otitis es una de las enfermedades más frecuentes en los niños. Generalmente, suele coincidir con un resfriado o una gripe, produciendo un gran malestar en los pequeños.
La otitis serosa es un tipo de otitis media. Se trata de una inflamación crónica del oído medio. Su causa se debe a un líquido seroso o mucoso, más o menos fluido, detrás del tímpano medio.
La evolución de la otitis suele ser buena en la gran mayoría de los casos, pero su diagnóstico y tratamiento son muy importantes.
Los niños contraen infecciones de oído por varios motivos. Las causas más frecuentes son la obstrucción infecciosa o alérgica de la trompa de Eustaquio.
Sintomatología
La otitis produce sordera, con o sin dolor. La causa más frecuente de consulta sucede cuando los padres detectan signos relacionados con la pérdida de audición en sus hijos: aprecian su necesidad de elevar el volumen de la televisión, hablan en un tono más alto de lo normal, o no prestan atención cuando se le habla.
Diagnóstico
Se precisa de una exploración física en la clínica para realizar un diagnóstico. Adicionalmente, también pueden realizarse pruebas de timpanometría y audiometría.
Prevención
Evitar exponer a los niños al humo de tabaco, pues el hecho de ser fumador pasivo aumenta la frecuencia y la gravedad de los episodios de otitis.
Reducir la exposición, si es posible, a grupos numerosos de niños, por ejemplo, en los centros de preescolar.
Asegurarse que tanto los padres como los niños tienen buenos hábitos higiénicos, lavándose frecuentemente las manos. Esta es una de las mejores formas de reducir el contagio de los gérmenes que provocan los catarros.
Fuente: Kids Health