La hipoacusia súbita es una enfermedad que aparece con mayor frecuencia en personas de mediana edad que se da en igual proporción en hombres y mujeres. Esta pérdida repentina de audición debe tratarse de forma precoz para evitar la pérdida de audición de forma permanente, sea de un oído o incluso de los dos.
La pérdida repentina de audición puede aparecer al despertarse por la mañana, o puede desarrollarse rápidamente en un periodo de horas o días. Es posible que se escuche como un chasquido en el oído antes de que se produzca.
Causas de la pérdida repentina de audición
Actualmente, los factores de riesgo que producen la hipoacusia, o pérdida auditiva neurosensorial, están por determinar, aunque se ha observado que puede aparecer en pacientes con patologías inflamatorias como la artritis reumatoide, traumatismos, tumoraciones o problemas vasculares.
El 70% de los pacientes con pérdida auditiva neurosensorial súbita suelen padecer también tinnitus. El vértigo suele presentarse también en el 50% de los casos. También se puede sufrir pérdida de audición neurosensorial si se ha estado expuesto a enfermedades como las paperas, meningitis, esclerosis múltiple, enfermedad de Ménière, o si se han ingerido determinados fármacos.
Aún así, no podemos descartar uno de los síntomas más claros de la pérdida repentina de audición cuando se detecta un tapón de cerumen en los oídos, ya que la disminución de la audición suele ser repentina. En este caso, es habitual que se produzca la recuperación de audición cuando se realiza la extracción del tapón.
Para prevenir la aparición de tapones en los oídos, es importante no limpiarlos en exceso para evitar el proceso natural de limpieza del oído.
En cualquier caso, lo más indicado es acudir al médico lo antes posible para evitar que la pérdida de audición se vuelva crónica. Si tienes alguna duda contacta con el Dr. Gorgot Palau, puedes llamar al Tel. 610 207 777 para urgencias otorrinolaringológicas.
Más información: Hear-it