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diabetes

La diabetes es una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo. Puede causar una gran variedad de problemas de salud, incluida la pérdida de audición. Si eres diabético, es importante que seas consciente del riesgo de pérdida de audición y tomar medidas para protegerla. En esta entrada del blog, hablaremos de la relación entre la diabetes y la pérdida de audición y qué puedes hacer para salvaguardar tu salud auditiva.

Diabetes y la Salud Auditiva

La diabetes es una enfermedad crónica que se produce cuando el organismo no puede regular adecuadamente los niveles de azúcar en sangre. Con el tiempo, el alto nivel de azúcar en sangre puede provocar una serie de problemas de salud, incluida la pérdida de audición.

La diabetes puede dañar los pequeños vasos sanguíneos que suministran oxígeno y nutrientes al oído interno. Este daño puede perjudicar las células ciliadas que se encargan de convertir las ondas sonoras en señales eléctricas. La diabetes también puede dañar los nervios que llevan estas señales del oído al cerebro.

Por tanto, la pérdida de audición es una complicación común de la diabetes. De hecho, las personas con diabetes tienen el doble de probabilidades de desarrollar una pérdida auditiva que las que no tienen diabetes. El riesgo de pérdida de audición aumenta con la duración y la gravedad del control del azúcar en sangre. De hecho, puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de una persona. Dificulta la comunicación con los seres queridos, la participación en actividades sociales y la conexión con el mundo que le rodea.

Si tienes diabetes, hay varias cosas que puedes hacer para proteger tu audición. En primer lugar, manten tu nivel de azúcar en sangre lo más estable posible. Esto ayudará a prevenir o retrasar la aparición de la pérdida de audición.

En segundo lugar, visita a tu Otorrino con regularidad para someterte a revisiones auditivas en Figueres. La detección y el tratamiento tempranos de la pérdida de audición pueden suponer una gran diferencia en tu capacidad de controlar la enfermedad.